El Alcázar viejo... intramuros... los de la muralla... he escuchado muchos nombres que definen al barrio de San Basilio. Un barrio que se vuelca por los dos titulares de la cofradía de Pasión. Un barrio de casitas bajas, blancas inmaculadas con remates en azul celeste, que me recuerda a casitas bajas de pescadores... callejuelas estrechas y empedradas de adoquines y piedras pequeñas de río. Una vez que entras por sus puertas de la muralla entras en una Córdoba diferente, se respira mas cercanía entre sus habitantes y muchas de las puertas de sus casas están abiertas de par en par por el día. La circulación por sus calles es escasa ya que solo pueden hacerlos aquellos que son residentes. Del gremio de los hortelanos su gente era los guardianes del Alcázar de los Reyes Católicos y los cuidadores de las caballerizas reales.
Por lo que oído el Cristo de Pasión salia en rogativa por sus habitantes para que lloviera, para sus tierras ya que estos vivían de ellas...
Curro es una persona muy exigente con su trabajo y se toma las cosas muy en serio... y a pesar de sacar los dos pasos de la cofradía del Perdón el miércoles santo... a conseguido fraguar una cuadrilla para la Virgen del Amor a la cual pertenezco y que estoy seguro que con pasión el miércoles santo, lograra repartir mucho Amor en intramuros y al resto de los cordobeses.
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